sábado, 20 de noviembre de 2010

Âmes.

Qué ente más maravilloso es el alma. A veces, cuando paseo por las oscuras calles de mi subconsciente,  espero encontrar mis sueños, mi sangre y mi esencia, agrupados en ese inmortal y frágil cuerpo que llamamos Alma.
Me gustaría que el alma existiera casi tanto como me gustaría creer en ella.
Disfruto al imaginar de que color tienen las personas el alma. Almas calientes y multicolores, latiendo en las entrañas de cuerpos fríos.
Hay almas rosas, que posee la gente presumida y superficial, pero inocente y dulce al mismo tiempo.
Las almas verdes son de los mentirosos, curiosos y empáticos.
Azul es el color del alma de la gente tranquila y pacífica, serena como el mar.
El alma marrón incluye un gran caracter, escondido tras inumerables capas de timidez.
Amarilla es el alma de los soñadores despistados y naranja la de charlatanes seguros de si mismos. Violeta la de virtuosos y artistas hipocritas que huyen de la realidad.
Hay tambien almas rojas, pertenecen a los despiertos e inteligentes, a los débiles y a los evasivos y grises como las que poseen las personas fuertes, tozudas, fieles y violentas.
Negra es el alma de los muertos.
Hasta ahora nunca había encontrado un alma blanca. Será porque muy pocas personas la poseen.
Es dulce como las almas rosas, empática como las verdes, tranquila como las azules y tímida como las marrones. Es soñadora como las almas de color amarillo y charlatana como las de color naranja. Es virtuosa cual alma violeta e inteligente como la roja. Es sobretodo fuerte, como las almas grises.
En calles atestadas, esa alma brilla incandescente, viva... blanca.
He quedado cegado ante su luz, sorprendido de que el alma de una persona haya podido iluminar de nuevo la mia, que creía podrida, muerta... negra.


                                  

sábado, 13 de noviembre de 2010

Lumière d'automne.

Cae gris sobre la calle empapada,
con el tañir de la monotonía,
la lluvía del frío enamorada.

Aspera y caliente es la afonía,
y aun más profundo es el anhelo,
del otoño y su sacástica ironía.

Polvo cubre aquel viejo violonchelo
que, olvidado en algún funesto cuarto,
triste emana su música hacia el cielo.

Sincretismo de hojas y de esparto,
cruje ante los pasos aracnoides,
del sentimentalismo barato.

Y encerrada la gente en ataudes,
de otoño, sangre y telerañas,
la única luz, son esos ojos verdes.




miércoles, 3 de noviembre de 2010

Les complications banas.

                                                         Luces que apagan en mi universo,
ceniza que cubre estos mis alambres
gotas de sangre convertidas en verso,
                                        poemas que encierran sudor y masacre                                        

La vida pierde su capa almidonada,
Es el cambio a áspera elegía
Cuán bendita es la ignorancia
Y cuán cruel la filosofía

Vives simplemente para no morir
Mueres por obligada circunstancia
Miedo a ese desconocido matiz
Fin de la luz y de la esperanza

Te agarras a la fe desesperado
Imaginas cielos  y otras venturas
Endulzándo la muerte con grito  ahogado,
Maquillando de lirios la sepultura.

Miedo a lo que siempre existió
Los hombres no somos etéreos
Pero el pensamiento y el amor
No pierden su valor por no ser eternos